domingo, 12 de octubre de 2008

Soy un suspiro

Después de caer una y otra vez me levanto, trato de olvidar de apaciguar el dolor y la angustia. Sentir como la vida se desvanece entre mis dedos, imaginar todas las horas a tu lado sin decir palabra, pensando en el más allá sin hacer hincapié en la tranquilidad inherente al momento.

Pero sigue doliendo ser yo, siempre me prometo lo mismo " no dejar caer las barreras, enterrar el cerco y delimitar perfectamente la línea de seguridad para no sufrir", aún así la rompo o la rompes.

Tú, mujer invisible, canasto de mis sentidos, me atraes y me consumes con tus dulces llamas tibias; me rodean suavemente: pronto sin darme cuenta ya me arrancaste la voluntad soy un tronco más en tu fogata. Me haces cenizas me consumes con cálida tranquilidad.

Pronto me llevará el viento y mis lagrimas se habrán evaporado en tu regazo, en el aire seré un suspiro de aves, en ellas viajaré y conoceré más de lo que jamás hubiera conocido en vida.

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